martes, 29 de noviembre de 2011

Una bola más

Ya estoy por poner que aquí sólo escribo de Nadal, pero qué más da. Esto va así. Hoy le he visto entrenar en Sevilla para la final de la Davis. Intercambios de bolas duros con Ferrer, intensos, buscando ganar el punto. Los dos. Cada ciertas secuencias cambiaban el lado de la pista. Se senataban a recuperar unos minutos y vuelta a la humedad y la pista nueva, el polvo de ladrillo, como le dicen los argentinos.

Estaba fallando Nadal con el revés cortado y una de las veces que que tocaba cambio de pista y descanso ha llamado al capitán y le ha dicho que le tirase bolas a su revés. Ferrer se ha sentado y Rafa se ha quedado en la pista, apenas cinco, seis minutos más, pegando reveses cortados. Carrera, resbalada, revés cortado paralelo. Vuelta. Carrera, resbalada, revés cortado paralelo. Cuando le han entrado cuatro o cinco seguidos Costa le ha hecho medio gesto, como para decirle: muy bien, ya está. A la mitad del gesto Rafa le ha dicho: No, ahora cruzados. Y ha estado otro ratito tirando reveses cortados cruzados. Le han entrado y se ha sentado.

Luego le he preguntado a Costa, mientras se retiraba al vestuario después del entreno, si eso era habitual. Me ha dicho que sí.

-No digo habitual en Nadal, digo habitual en el resto de los jugadores de este nivel.
-Sí, sí, lo hacen, lo hacen todos.


viernes, 25 de noviembre de 2011

Exultante en el precipicio

Es una sensación extraña ver perder a Nadal cuando ya ha entrado en la dinámica ganadora del partido. Hoy ha forzado el set de desempate ante Tsonga. Ha ganado el segundo haciéndole break en el 5-4, ha vuelto a armar el brazo para la celebración. Ese brazo izquierdo que es un icono del deporte mundial. Pero acaba de decir, tras la derrota, que tiene menos pasión por el tenis, que está más cansado y que ese no es el camino correcto para competir.

Ese es su diágnóstico. Ok.

Hasta ahora, sin embargo, todo lo que sabíamos de él se resume en la sensación que le contó a John Carlin: "The closer to the precipice I am, the more elated I feel."

Hace ya tiempo que nos subimos a ese carro. Esa mente generaba una ola y ahí surfeábamos todos, divertidos, gozando las remontadas y los triunfos. Nos enseñó esta secuencia: sufrimiento, trabajo, pasión, constancia, triunfo. Y eso nos ha hecho caminar con el mentón alto muchos lunes.

El tenis es el deporte individual de mayor exposición. Nadal con 18 años ganó la Davis, con 19 su primer Grand Slam, con 25 (esta misma temporada) su décimo. A los 22 años, la medalla de Oro en los JJOO de Pekin.

Cuando le veo no puedo pensar en otra cosa más que en la victoria. Y si cae, le aplaudo. Eso es así. Y a tomar por culo.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

La katana

Estábamos retrasmitiendo la final de Wimbledon 2011 y dije: "Nadal ha sacado la katana". Recuerdo que Emilio Sánchez Vicario me miró medio riéndose y dijo: "la katana?, qué es la katana?". "La katana es esa espada de los japoneses que corta el aire y suena fffffffssss. Eso es lo que tiene Nadal en la mano. No lleva una raqueta. Lleva una katana."