sábado, 28 de abril de 2012

Caramelo. Miedo. Abismo

Muy al principio, cuando enlazó la primera tanda de victorias consecutivas en Liga, cuando empezaban los elogios, Guardiola, en una rueda de prensa, dijo: "Cuando perdamos, ya nos darán, ya. Porque vamos a perder... y entonces nos darán, ya veréis."
Para mí esa ha sido la clave de los cuatro años de Guardiola. Más allá de los números de teléfono éstos que tanto nos gustan, el 3-4-3, el 4-3-3, el 4-1-2-3 etc; más allá de su búsqueda de un delantero centro a tono con el perfil de comportamiento del resto; más allá de la cantera y el toque y Messi; la clave, la energía que ha puesto en movimiento todo, ha sido hacer presente la posibilidad de la derrota. En cada partido ha puesto al jugador ante el abismo para que lo sorteara, para que corriese. Por eso en incontables ocasiones Pep ha dicho, como primera alabanza a sus chicos: "Es que corren mucho. Son muy buenos y corren mucho."
En los momentos señalados el mensaje ha sido: "Disfrutad de este partido porque puede ser que no volváis a jugar uno así en mucho tiempo." La derrota.
En los momentos rutinarios, en la primera ronda de Copa, en un partido tonto de Liga, Pep ha puesto por las nubes al lateral derecho del rival, al portero, al utillero...; ha dicho: "Cuidado con estos, que no son malos." La derrota.
Y así, con el caramelito del miedo, con el abismo en cada partido, ha hecho de la huída un camino al triunfo. ;-)

viernes, 27 de abril de 2012

Delanteros

Llorente la baja con el pecho y orienta para que Susaeta marque.
Llorente la pisa, recorta y pasa para que Ibai marque.
Llorente le gana la posición al central. Le mete el cuerpo y lanza la pierna hacia el balón, instintivamente. Le sale un remate al primer palo que entra y es el gol del pase a la final. Quedan sólo dos minutos de partido. Se le ve correr por el campo con los ojos vidriosos.

A Adrián le bota delante el balón y le mete un derechazo para ponerlo en la escuadra más alejada.

En primavera, los delanteros deciden el destino del grupo.



jueves, 26 de abril de 2012

El miedo

Prólogo: en la zona de miedo, el único que respira es Xabi Alonso. Cuando se ha puesto el partido como una duna de arena fina, Alonso ha bajado a la frontal a sacar el balón, ha corrido para tapar, se ha ofrecido, ha movido la bola. Respiraba, mientras todo a su alrededor era miedo. Y Casillas. Casillas respira hondo siempre, sobre todo con el balón a once metros. Ahí ralentiza la velocidad del disparo. Apareció en la tanda cuando ya se echaba el telón. Dos paradas consecutivas. Pero nada.

El miedo lo ha instalado Mourinho. Miedo en la prensa, miedo en la directiva, miedo en sus jugadores, miedo en el campo. Hoy, con 2-0, el equipo a punto de desatarse, de brindar una goleada a su afición... volvió a ceder el campo y el balón al rival. Como aquella vez ante el Barcelona, todos esperando en campo propio, algo nunca visto en el Bernabéu, algo contra natura, como querer hacer nadar a un águila.

No tiene gatera por la que salir Mourinho ahora. No hay árbitros ya, no hay un manager general ya. Lo es él. Y se ha jugado las semifinales de la Liga de Campeones con los 11 futbolistas de la temporada pasada. Qué ha hecho en el Madrid? Poner defensa de cuatro? Dos extremos, un enganche y un delantero centro? Eso?

Cuando el Bayern ha igualado la eliminatoria Mourinho ha propuesto prórroga. El primer cambio lo hizo en el minuto 75 y fue para sacar al fichaje del presidente, a Kakà. Enhorabuena, Mou. Su última bala la ha gastado en sala de prensa diciendo que se queda. O sea, que está dispuesto a cumplir su contrato. Una mini heroicidad.




martes, 24 de abril de 2012

Cruel vs injusto


Como en una nube irreal, como en un espejismo, Torres marcó el segundo gol del Chelsea. Ese gol es un cuento corto, contundente y paralizador a la vez. Veneno dulce de delantero.
No hubo iniestazo, no existió la jugada de Messi, Guardiola oyó el pitido final, se fue a felicitar a Di Matteo y se metió en el vestuario, con sus jugadores, eliminados, en el campo; y la chaqueta, colgada en un asiento del banquillo.
Al abismo llegaron tras un via crucis que comenzó con el golpe de Piqué en la cabeza. Conmocionado, trasladado al hospital, con Puyol mirando al vacío. Se ponen 2-0 y en una contra el Chelsea hace un gol con valor de eliminatoria. Messi falla un penalti. Deambula por el campo, camina, no le sale ni un regate. Fuera de juego de Alves, gol anulado. Messi dispara ajustado y Cech toca para que de en el palo. No aparece Iniesta, no aparece Xavi. No aparece nadie.
Tal vez todo empezó cuando los jugadores, tras la derrota en Londres, dijeron: no se puede conseguir más con menos. El Chelsea ha tirado una vez y ha marcado. Miraron al rival en vez de mirarse a sí mismos. Al Barca le ha tocado ahora descolgarse por la bajada de la montaña rusa. El Chelsea le dio una pista al Madrid y el Madrid le dejó marcada la vuelta de las semis al Chelsea. Atrás; ayudas constantes; concentración y a la contra. Al fútbol también se juega así. Puede ser cruel pero no es injusto.

jueves, 19 de abril de 2012

Fàbregas y ese "menos"

Iba a escribir algo sobre Fàbregas, un jugador por el que siento predilección, un fuoriclasse. Pero me entró pereza. Iba a defender su partido contra el Chelsea, lleno de finura e inteligencia. La defensa iba a consistir en poner en segundo término los dos goles que falló. Pero me dio pereza.
De repente leo que ha dicho, sobre el Chelsea, que "no se puede ganar haciendo menos". Ojo, peligro. Ese menos... a qué se imputa? El Chelsea ha hecho un partido defensivo espectacular al que ha sumado, por defecto, la poca precisión de los atacantes del Barcelona y la medida exacta de la portería para que el último balón pegase en el palo. O sea, que poco no ha hecho.
También he oído en la retrasmisión a un comentarista que decía: "qué pena ver jugar así a Mata", como diciendo: con el talento que tiene este chico y que le hayan usado para defender todo el partido. Bueno, Drogbá también ha estado defendiendo (durante muchos minutos en campo propio) y la ha clavado al filo del descanso. Así que, ojo.
Nos deja esto un Barca-Madrid el sábado con sabor a final de consolación. Creíamos que ganarían en Europa y se vienen calentitos. La película se llama Semifinales de Champions. Ojo con la lírica.

miércoles, 18 de abril de 2012

Free run

Hay un tipo en Nike al que le gusta correr descalzo. Así son las cosas. Esta es su zapatilla: Nike Free Run 3.0, 4.0, y 5.0; me han dejado probarlas corriendo con Nuria Fernández. Me duelen las piernas. Pero aún soy capaz de poner unas fotitos.




jueves, 12 de abril de 2012

La cinta de McEnroe

1980 at Wimbledon. Photograph: PA
Leo Borg & McEnroe: High Strung. Y me lleva como un perro a youtube, a las imágenes de la bola blanca invisible, al tiebreaker de Wimbledon 1980, cuando yo tenía 10 años y me fascinaba John McEnroe. Ya volveré sobre esto. Hoy sólo quería escribir que cada zurdazo con el brazo abierto de McEnroe, el golpe a medio armar, me parece una hostia a mano abierta a la exigencia. Y que cada punto ganado era una me cago en mi vida. Y que cada revés cortado, con el cuerpo iniciando un pase de baile, medio suspendido, expuesto, era un salivazo al gilipollas de a los pies de Connors y un yo sólo quiero jugar contra Borg. Dónde está Borg. Dónde está mi referencia. Dónde está la pared de mi garaje. El puto sueco por qué se va.

jueves, 5 de abril de 2012

Untitled

Hay varias cosas. Empezaré por lo de esta mañana, el post anterior, Raúl. Tal y como hizo en el partido de ida, tal y como hizo el año pasado en la eliminatoria contra el Valencia, se exhibió. Un torero bueno siempre sabe en qué plaza está y qué toro tiene delante. Esta tarde Raúl puso el ramo de flores junto al busto de Pichichi y bajó a pegar un zurdazo desde la frontal del área. Escuadra. Gol. Luego, en la entrevista a pie de campo volvió a suavizar: "Enhorabuena al Athletic; la Selección está muy bien dirigida, llena de gente con futuro y presente, yo animaré desde casa". Te diría, incluso, que ha esperado a que el periodista llegase, como dejándose ver. The times are changing.

Adrián maniobra; Falcao golpea.
Luego están los dos goles del Atlético de Madrid. Los equipos alemanes siempre se empeñan en alargar la vida de los tópicos, sobre todo los suyos. Cuidado con los alemanes, con el tran tran de los alemanes, cuidado con la cadencia del paso de los alemanes. El Shalke y el Hannover han estado alemanes en Bilbao y han estado más alemanes en Hannover. Mucho peligro. Por eso los goles de Adrián y Falcao han tenido más peso.

Adrián ha tocado seis veces el balón en una maniobra aparentemente barroca, en realidad una maniobra de orfebre buscando corazón. Seis toques de balón dentro del área ante cuatro rivales. Parada, conducción, regate, quiebro, conducción, golpeo: gol. 

A Falcao le ha llegado el balón y tenía tiempo de bajarlo, mirar y disparar, pero le ha metido una hostia un derechazo en el aire, una patada violenta, y el balón ha salido como un misil hacia la portería. Gol.

Los dos te matan diferente, pero te matan (igual), dice @LuisValenciano.

El partido del Valencia no lo he visto, pero algún día la afición deberá agradecer algo a Emery. Algo habrá hecho este hombre con un equipo en el que las estrellas juegan siempre con el cartel de se vende. Digo yo. Si pasara algo ahí, los jugadores hace tiempo le habrían dejado tirado. Y sigue.

Congrats a los tres. Seguimos disfrutando.

Raúl suaviza

Tres cosas rápidas sobre Raúl.

1. Le he visto en #deportescuatro, la rueda de prensa en Bilbao. Se le ha puesto la carita amable y la voz de niño bueno, ahora que se acerca el final de su carrera, ahora que pasa por casa. Eso es una buena noticia, él que ha sido el último estandarte de la mirada perdonavidas. La secuencia es Clemente - Fernanado Hierro - Raúl. En el mejor momento de sus carreras creyeron que los periodistas éramos el enemigo y nos torcían el gesto. Desconocían que el periodismo es una parte de su enlace con la gente, con la afición, y la afición les veía competir en el campo y les escuchaba con la voz agria en los micrófonos. Ahora Raúl suaviza. Normal. Me alegro.

2. Raúl es un competidor que precede en la línea genética a Nadal, Pau Gasol, Fernando Alonso. Es una bestia competitiva, un buscador compulsivo de la victoria. Te ve en el paso de cebra del semáfono y te mete el cuerpo. Esta tarde vivirá un momento más que emotivo, protagonista de la ofrenda floral a Pichichi. Cuando le han preguntado si espera que San Mamés le ovacione ha dicho: "lo agradeceré", pero él está pensando en ganar el partido.

3.  A mí me cae bien Raúl. Le veo finísimo. Le hice un reportaje para El Dia Después cuando debutó en el Bernabéu contra el At. de Madrid. Dos asistencias y un gol. O dos goles y una asistencia. Yo ya no me acuerdo. Seguro que él sí.

lunes, 2 de abril de 2012

Violencia llama a violencia

Una cosa es la tensión de la competición y otra cosa es la tensión de la palabra, la de entresemana. Ahí está el error humano vs error provocado. Lo digo por Javier Clemente y su desagradable y desafortunado encontronazo verbal con un periodista. Recrimina Clemente al periodista que haya escrito que sus métodos son obsotelos y trasnochados. El periodista no sabe respaldar su propia crítica porque no es entrenador. Hay alguna excepción, pero los periodistas no solemos tener el curso de entrenadores. Yo no sabría programar ni cinco minutos de táctica para un equipo, así que escribir que los métodos de un profesional están anticuados puede ser demasiado atrevido. Clemente acorrala al periodista. Le dice: Ud. no sabe de esto, no ha visto al United, al Madrid, al Barcelona, Ud. no sabe cómo entreno yo y si lo que hago es anticuado o no. Pero en el castigo también hay que saber parar y Clemente, crecido, acaba por soltar: a tu hijo le voy a decir quién es su padre. Error. Exceso. Encontronazo. Insiste una y otra vez en el hijo del periodista. Todo se vuelve muy desagradable. Y la competición ya deja suficientes sinsabores como para provocar más entre semana.

También digo que sería deseable que uno pudiese ir con sus hijos al estadio a ver a uno de los dos equipos que juega y no hubiese problema por ir identificado con los colores del rival. No podemos reclamar valores a los futbolistas y ser nosotros unos macarras/chulos/matones en la grada. No se corresponde. Es asqueroso. La humillación siempre es repugnante.

En el minuto 12 podéis ver lo de Pamplona y en el 22 lo de Clemente.