domingo, 23 de septiembre de 2012

#sinluz se piensa mejor

Foto: diario AS
En el último momento no hubo luz. Hora y media de preocupaciones, distracciones, respuestas, polémicas, juego y evasión... sin luz. Podría haber sido una anécdota. Pero es un trozo más de hielo cayendo del glaciar.

Aprovechemos la oscuridad para pensar qué es lo que tenemos. Aprovechemos que no rueda el balón.

Miremos cómo nos sentimos ante una jornada de Liga de Campeones.
A: juega nuestro equipo, partidazo.
B: no juega nuestro equipo, ocho partidos, todos a la vez. Ofertón.
Desde las 20:45 hasta las 22:30.

Vamos a una jornada de la Liga Española.
A: juega nuestro equipo. Puede ser sábado, domingo o lunes. Puede ser que me den las 12 de la noche, que tenga que madrugar para llegar al de las 12 de la mañana, o que sea a las 19.50. Si quiero ahorrar para una entrada, no sabré hasta 15 días antes para qué día debo planificar o si debo pedir permiso en el trabajo. Cuando se dispute el partido el rival directo en la clasificación ya habrá jugado. O no.
B: no juega nuestro equipo. Tengo tres o cuatro partidos extendidos a lo largo de una tediosa tarde. Pongo la radio. Dónde está el sonido de los goles?, las interrupciones de una narración porque algo más importante sucede en otro lado?, dónde queda la fuerza de ocho/nueve partidos jugados a la vez? qué mierda de atasco de vuelta me espera metido en el coche?

Ya no hay estadios llenos, ya no hay carrusel, ya no hay dinero para fichajes, ya no se acaban las obras de los estadios. Y los dirigentes, en vez de prensar el azucarillo, en vez de decir vamos todos a una, vamos todos a la vez, lo dejan deshacerse, ponen el café bien calentito. Debe de ser que su negocio es otro.

 

viernes, 21 de septiembre de 2012

#TresPartidos, un gol

Match 1: #vs Granada la estrella marca pero no celebra.

Match 2: #vs Sevilla no marca nadie y el míster, que lleva quince días oyendo hablar de la tristeza de la estrella y no de él, estalla y arremete contra sus jugadores hasta negarlos: no tengo equipo.

Match 3: #vs ManCity la estrella marca en el último minuto y celebra; el míster celebra pero más, como si se hubiese metido en la final; el capitán no celebra.

El Real Madrid 2012/13 da la vuelta al calcetín y donde antes se decía: en los malos momentos es donde se conoce a la gente, ahora se dice: cuídate de la felicidad, que te descubre el problema.

Los últimos minutos del Real Madrid - Man. City han sido una cena de Navidad anticipada, con la familia vestida para celebrar y los cuchillos volando entre sonrisas. La gente, la afición, pasa de todas estas historisas. Va al campo a ver ganar a su equipo y punto. Por eso, cuando Benzemá empata el partido en la jugada siguiente al 1-2, el campo se vuelve loco, y la electricidad y el magnetismo que mete el Bernabéu en una situación así es una ola de 12 metros. En esa ola marca Ronaldo y es el acabose. En el palco, Nadal celebra el gol como partido ganado en la Davis. Hay un grito bestial que se eleva, y en medio de todo eso Iker Casillas permanece quieto, brazos en jarra. No se da ni la vuelta. El mister sí. El míster está clavando el Hugo Boss en el césped como si acabara de meterse en la Final. Minutos antes había escuchado al Bernabéu ovacionar a Silva mientras su trivote KhediraAlonsoEssien inoperaba en el centro del campo. Sacó a Modric, Ozil y Benzemá y todo pareció sencillo. Pero se estaba mascando una jornada de cuchillos largos y un gol frenó el golpe.

Vuelve a colocarse Mou con peso en la balanza, pero hay que ver qué pasa con el capitán, con Ramos y con la filosofía barata, que es como llama el míster a una cierta manera de hacer las cosas. Jornada de reflexión.

Imagen TVE



martes, 11 de septiembre de 2012

#elmisterio

Nunca he visto a Fàbregas con el pelo tan desquiciado como en la celebración del gol ante Georgia. Una asistencia cuando el partido moría con empate a cero. Los georgianos lamentaban el gol como una eliminación en el último minuto de una fase final. Fue Fábregas. #elmisterio.

Hay que insistir en este concepto, y releer una y otra vez ese post de LV. Fàbregas no es Bob Dylan. Pero te atrapa igual. Nos mete a nosotros su dilema. Quien le alaba, acaba por dudar; quien le tira a dar, acaba guardando el arco. Yo escuché a Maradona en 2006 ese "nene, te merecés todo lo bueno, el futuro es tuyo; cómo manejás el equipo!"

Sin embargo todo tiene que ver con el tiempo que le damos a las cosas. Anoche, en la demoledora final que disputaron Murray y Djokovic, después de varios intercambios soberbios, a Carlos Moyà, que comentaba el partido le dijeron: "Carlos, di algo, estás muy callado." Y lo que dijo fue: "es que queremos sacar conclusiones de cada cosa y el deporte son detalles." La prisa por querer ser el más brillante de la clase. La precipitación en el comentario. La absolutez, mitad absoluto y mitad boludez. Cesc Fàbregas es el mejor del mundo vs a Cesc Fàbregas le viene grande el Fútbol Club Barcelona.

Hay que ir frenando un poquito. Hay que meterle otro tempo a esto para disfrutarlo. Hay que conectarse con #elmisterio.

viernes, 7 de septiembre de 2012

I fight

Recién acabado el partido, depués de besar la pista de Nueva York, tras más de 4 horas y media de batalla, Brad Gilbert, micrófono en mano, para ESPN, preguntó a #latermita: cómo hiciste para mantener ese nivel los dos últimos sets?. Se le puso una sonrisa grande a Ferrer y contestó: I fight, I fight. Intentó decir alguna cosa más, dijo que Tipsarevic es un competidor muy duro (great fighter) y bla bla bla, y luego que él todo lo que había hecho era keep fighting. Y que nada más, que I fight y que estaba encantado de estar en semifinales de un grande.

Fue un escándalo de partido, desatado, devenido tormenta a partir del tercer set, con cada punto llevado al límite, y resuelto en el alambre del tie break en el quinto. El estadio ovacionó, puesto en pie, a los dos tenistas antes de esa muerte súbita. Eso en la cuestión bola/raqueta/lineas.

La otra cuestión que siempre planea en cada partido, la fortaleza mental, que habitualmente se queda atrapada en los gestos de la cara, esta vez rompió las costuras. Hubo reclamaciones al juez, exigencias trasladadas, gritos de alivio y presión, la garganta en cada golpe; cuando los pies no resistieron, pedicura, heridas abiertas, tobillos casi escayolados; calambres, llamada al fisio en medio del juego. A punto de consumarse el naufragio en el tercer set, Little Beast Ferrer, así le llama Brad Gilbert, pedía ayuda a gritos desde la silla, con la música atronando. Le decía a Piles: "Dímelo, coño!, grita!, si hay warning da igual!, pero dime algo! no así así!"

Agotador.

Mañana, en semis, Ferrer se encontrará con Djokovic, la hiperevolución angulosa y afilada de Tipsarevic. Deberá descargar otra tormenta de energía y precisión para tener opciones. Lo hará. Good luck, Little Beast. Buena suerte #termita.

foto: teinteresa.es



miércoles, 5 de septiembre de 2012

#FullGas

Tengo un amigo que dice que algunas cosas importantes pasan en la televisión de la cocina. A mi esta vez me pilló en el coche. El ataque de Contador a 50 km de meta. Puse la radio y las voces salían con más brillo, con otro impulso, en un ataque sostenido. También las cosas se pueden contar en un ataque sostenido. Tenían el subidón de lo novedoso: un ataque a 50 km. Ataque, fuga, diferencia y meta al alcance.

Cuando La Vuelta se disputaba en Mayo y corría Perico Delgado, Angel Arroyo, Marino Lejarreta, Julián Gorospe y toda esa gente, esos ataques nos pillaban en el colegio, en la clase de matemáticas o de ciencias sociales o de vete a saber qué. Y siempre había alguien con un transistor escondido que iba narrando en susurros. ¡Ataca Delgado!, latigazo en la clase. ¡Les mete dos minutos!, celebración con los puños cerrados sobre el pupitre... Y así pasaba la hora. Lo de Contador me ha recordado esos días. En el deporte te engancha lo que te trasporta a los días del colegio, cuando se forjan los ídolos. Ataque a 50 km. Ataque, fuga, minutada, y cambio de líder.

Los últimos kilómetros los he visto ya por televisión. Valverde arrancando, Purito quedándose; Contador mirando atrás, Valverde llegando, Contador tirando con lo que le queda, Contador llegando. Esta vez no ha habido celebración mediática por el paso de meta. No ha habido pistolas, que son el logo de Contador, ni sonrisas, ni preparación para la foto. Lo que ha habido es un grito largo y redondo, con los brazos en alto, una celebración esencial, de tuétano, que pone en valor personal el logro. Valor personal vs valor mediático.Una imagen que no te vende la camiseta, te vende el deporte.

La entrevista a Purito. Ya había pasado por el micrófono del inalámbrico de TVE Alberto Contador, entre lágrimas, agradeciendo a los suyos, diciendo lo de ir a full gas, sólo ese mensaje porque "las emisoras están pinchadas", lo de "ha sido un poco kamikaze"; y entonces llegó Joaquim Rodriguez, el Purito. Estas, y en este orden, fueron las preguntas:

- En un día como hoy lo que quiere uno es desaparecer...
- Es uno de tus días más tristes como ciclista?
- Qué pensamientos te recorren durante los últimos 50 km...
- La Hoz, vaya nombre de puerto...
- Al llegar al hotel te derrumbarás?
- Hoy no era uno de los días que te daban más miedo...
- Valverde ha sido el mazazo definitivo, ya no importa segundo o tercero...
- Qué te ha dolido más, perder el Giro o lo de hoy?
- Gracias por tu optimismo, te ha tocado la parte negativa de un día histórico como hoy.

¡Le faltó decirle si quería abandonar el ciclismo en ese momento! Pero a todas Purito contestó con el tono alto, la voz herida pero los mensajes clarísimos: "no sabía el desastre que se me venía encima hoy [...], Contador ha ganado con dos cojones, [...]mañana se le dedicarán muchas páginas al ciclismo y eso es importante." Lanzó su mensaje contra preguntas que eran paladas de arena. Con la cara alta y el ánimo de querer contestar. Fue un entrevistado admirable. Competición, élite, tono y optimismo. #LargaVidaAPurito