lunes, 30 de septiembre de 2013

Siempre después

Se quedó en el aire la duda. Una gran interrogación. Una pregunta a lo largo de los 5 km de perímetro del trazado. ¿El cable?, ¿le ha roto el cable de control de tracción?, ¿con el codo?, ¿Marc?

Aragón tiene una recta en bajada eterna, larguísima. Si la hicieran entera en MotoGP se matarían todos al final de la bajada porque podrían acercarse a los 370Km/h, 380, cualquier salvajada de esas, algo físicamente imposible de aguantar. Así que esa recta está cortada en una variante, un trazado en forma de cajita hacia la izquierda, la variante del muro, que suma cuatro curvas y deja el resto de recta en algo asumible.

Cuando Dani y Marc se acercaban a esa variante, curva 12, estaban ya muy cerca de Jorge Lorenzo, otra vez en la caza, otra vez tras la M1 azul de un tipo, el campeón del mundo, que la lleva al límite, que la hace salir como un misil y la retuerce de la manera más dulce que jamás se haya visto para meterla en las curvas.

Dani apura la frenada. Si todo va bien, después de cuatro virajes tendrá a Jorge a tiro para pasarle en la recta. Detrás de Dani, Marc apura aún más, se pasa. Demasiado. Uuuuuaaaaaahhhhhh. Ve que va a tocar a su compañero de equipo, se lo va a tragar, y levanta la Honda para evitar la colisión. Se sale de la pista y aprovecha el asfalto de la recta que no se utiliza para frenar y volver. Cuando gira la mirada ve a Dani volando por el aire. La Honda le catapulta con violencia. Trallazo de la rueda trasera y high sider.

En la toma del helicóptero se ve cómo Marc levanta la moto para evitar la colisión con Dani y cómo, en ese momento, se desplaza un poco la parte trasera de la Honda de Pedrosa. En la siguiente batería de repeticiones no se ve contacto alguno, en ningunda de las tomas, ni en la frontal, ni en las cámaras on board, ni en la superslow/superrápida/cámara congelada. Nada.
Dani Pedrosa tiene una bajada de presión sanguínea. El mono destrozado en la rodilla izquierda. Centro médico. Los primeros exámenes descartan lesión grave. Buena noticia.

Al acabar la carrera, en el box, duchado, ya vestido de calle, en el momento en el que las televisiones despiden la emisión, con el olor del cava en la zona de podio, Dani quiere hablar. La emisión no se interrumpe, los informativos no entran a su hora, Pedrosa dice:

Bueno, se puede resumir rápido ¿No? Marc siempre está pilotando muy al límite cuando tiene pilotos delante. Esta vez casi, como lleva todo el año haciendo, me da por detrás y cuando me ha tocado me ha roto el sensor del control de tracción y a la que he tocado “gas” he volado. Ahí se ha acabado mi carrera. Es evidente que da igual lo que diga, ahora ya ha pasado. Yo me he caído por culpa de eso. Estos días así sólo se escucha al que gana. Me gustaría decir que por parte de Dirección de Carrera, ya llevan pasando en los últimos años algunas cositas y siempre se lo toman muy a la ligera. Muchos pilotos hemos intentado siempre calmar, los que tenemos más experiencia a otros que no tanto, pero en este caso como siempre han hecho la vista gorda a casi todo. Hemos avisado mucho Jorge y yo en estos últimos años. Nosotros también sabemos correr pasados de vueltas ¿No? No todo vale, pero esto es lo que ha pasado hoy

En la rueda de prensa del ganador, Marc admite la maniobra, "le he tocado con el codo un poco" y añade: "si dice que voy despendolado entonces he ido despendolado todo el año, es mi estilo de pilotaje."

Por el paddock se suceden las reuniones y las conversaciones. Livio Suppo, team principal, con el responsable de prensa y Shuhei Nakamoto, vicepresidente de HRC hablan a la vista de cualquiera que pase cerca de suHospitality.



Dirección de Carrera dice que necesita un informe técnico detallado y que esperará hasta hoy para decidir si sancionan a Marc. La afición, los expertos, los veteranos, todos entran en la espiral de la justicia. ¿Debe o no haber sanción? Mientras, desde el Repsol Honda, dicen que Marc y Dani han hablado sobre el incidente en el camión de este último y que Pedrosa ha aceptado las disculpas. Minutos antes, ante la prensa, Pedrosa había dicho: "Siempre, es después, ¿sabes?, y el después no me vale. Primero te doy y luego, ah! es que esto, es que aquello... Siempre después. ¿Lo entiendes?, Y el después no vale."

Y así pasan las horas. Es lunes.

Dani, con la sala abarrotada











"Después no vale"














sábado, 28 de septiembre de 2013

El corte argentino

Esto es ya una salvajada. Alinean las ruedas en el filo de un cuchillo incandescente y pasan cortando la goma sin dejar que estalle. Buscan la línea de entrada a 320km/h en una bajada sin fin, enlazan las curvas como un carnicero filetea un lomo, con el corte argentino, obvio. Y todo suena fino y agudo. Y al tipo más rápido del planeta, Casey Stoner, lo cogen seis pilotos y le bajan el record del circuito, zas, zas, zas, zas, zas, zas; una pieza más, un lomito más, corte perfecto, casi para comer crudo. Llegan sudando, con la sonrisa puesta. Parece que ya no importe la pole; parece que cuentan los cortes al lomo. Cuántos filetes le ha sacado el cuchillo, la belleza de la carne roja. El niño se lo lleva. Jorge hace diez milésimas más. Dani está en primera línea, el primero capaz de hacer el circuito en 1'47'', con la Honda protestando bajo sus piernas. Pero luego aparecen Rossi, Bradl y Bautista. Sonríen. Esperan las dos de la tarde del domingo. Yamaha quiere temperatura fresca, la nube yamaha. Los de Honda quieren una salida como la de Jorge, pero eso está en el piloto. Nakamoto mira. Los padres miran. Las madres miran. Les miramos todos. El semáforo, la pista, la primera curva, 90 grados a izquierda, tan cerca. Dos de la tarde. Aragón.

domingo, 15 de septiembre de 2013

La vida en números

Jorge Lorenzo. Misano. Hace una salida magnífica y en la primera vuelta saca 1,2seg a Dani Pedrosa. En la segunda vuelta 1,7seg; en la tercera, 2,2seg; cuarta, 2,7seg; quinta, 2,9seg.

Eso es algo que sólo hace gente que trabaja su talento hasta los límites más extremos. Pueden llegar a convertirse en máquinas. A base de concentración y perfección. Meten la vida en números, a riesgo de la propia vida en esta actividad en concreto.

Ese es Jorge Lorenzo. Aquí la dificultad está en que la moto va hasta arriba de combustible, con el máximo peso posible y que los neumáticos están fríos y no han alcanzado, por tanto, sus máximas prestaciones de agarre a la pista. Con eso, Jorge mete al resto 3 segundos en las 5 primeras vueltas. Si le preguntas a Valentino, contesta: "Sinceramente, no sé cómo puede hacer las cinco primeras curvas, ni conseguir su vuelta rápida en la tercera vuelta. Je!" Lanza esa sonrisa Valentino y no hay mucho más que hablar.

Queda un resquicio: preguntarle a Jorge si le gusta más ganar así o como lo hizo en Silverstone, con dos adelantamientos en la última vuelta. #99: "Es más emocionante Silverstone, pero la satisfacción personal de dominar así una carrera es muy alta. A mí me gusta ganar como lo hacía Wayne Rainey o Max Biaggi."

Jorge ganó en Misano después de completar los 118km de carrera con velocidades punta medias* de 285,5km/h. El más rápido ahí fue Dani Pedrosa (290km/h), pero Dani quedó tercero, rendido tras darlo todo y ver cómo no podía abrir gas con la moto tumbada. Le pasó Márquez como un avión en la vuelta 17, a mitad de carrera, pero luchó y consiguió devolver el adelantamiento unas vueltas más tarde. Le duró poco. Marc mete la moto como un cuchillo a poco que respires. En lo que coges aire te ahoga. El novato dice que cometió dos errores: "No me gusta fallar, el primero que se cabrea soy yo, pero tiré con fuerza para camuflar esos dos fallos." Quedó segundo. Sigue lider del Mundial, con más margen, 34 puntos sobre Jorge y Dani.

En la sala de prensa las voces de los pilotos sonaban cansadas. Venían de una batalla durísima, una más. Ya están los tres en plenitud de facultades físicas y exprimen todo hasta la extenuación. Se revientan físicamente. Llevan varias carreras dejando al cuarto clasificado a más de 10 segundos. Y el cuarto es Valentino. Restan cinco carreras para que acabe el campeonato. Mañana se quedan a probar cosas nuevas en Misano.

*media de las cinco mayores velocidades punta.


sábado, 14 de septiembre de 2013

Un verso y una cuchillada

La canción empieza con una búsqueda en el dial de una radio que finalmente encuentra una canción, unos compases de guitarra que se repiten. Entonces, a la tercera, suenan limpios, sin el ruido de la radio, y cuando ya piden la voz, la voz no está y vuelve a reperirse el compás; como si no quisieran sonar las palabras. Pero al final Gilmour dice: So, so you think you can tell, heaven from hell, blue skies from pain. Escribió esos versos al desaparecido Syd Barret, miembro de Pink Floyd, ex de la banda. La canción rompe con un verso agónico: How I wish, how I wish you were here [...] What have we found, same old fears. Wish you were here.

Valentino Rossi. A las 10 de la mañana del sábado esperó hasta asegurarse de que la señal internacional de televisión estuviese con él para sacar el casco de la funda. Tenía grabada la portada del disco Wish you were here, y dos versos de la letra recorriendo el diámetro como lágrimas. A las 10 de la mañana un latigazo de emoción lento y persistente: ojalá estuvieras aquí, Marco Simoncelli.

Luego hizo primera fila para salir mañana en carrera. Valentino Rossi.

Jorge Lorenzo. En los huecos del calendario hace entrenamientos de una dureza mental extraordinaria, buscando martillear la precisión, ejecutar dinámicas nuevas como un cirujano que necesita nuevas habilidades. Le han dado una herramienta nueva, el cambio seamless, pero tiene un problema: "No acabo de encontrar la manera de estar a gusto en esta pista." "No es fácil la situación que tenemos, pero las carreras hay que acabarlas." Mensaje al #93. Frente a la prensa internacional, sin embargo, dice: "Marc did an unbelievable lap".

La unbelievable lap tiene este dígito: 1.32.915. La hizo en el último ataque, cuando restaban 15 segundos para que finalizara la sesión de clasificación. Marc Márquez. La pregunta: "Desde fuera no parece que estés yendo a por la pole, parece que vas siempre a por el record del circuito." La respuesta: "Bueno, el Laguna Seca ya dije que me faltaba por mejorar el ser rápido a una vuelta con neumático nuevo y ya he aprendido cómo serlo: tirar a fondo y esperar que funcione el control de tracción, pero no demasiado porque si no frena la moto." Este es el niño. En su año de debut en MotoGP lleva 6 poles en 13 carreras (4 de esas poles son nuevo record de circuito). 5 victorias en 12 carreras, sólo una fuera del podio (Mugello, donde se cayó cuando rodaba segundo a 3 vueltas para el final). Un salvaje capaz de pilotar una bestia medio segundo más rápido que el Campeón del Mundo en un circuito corto a una vuelta. Marc Márquez.

La carrera.

Hace 15 días, al finalizar Silverstone, Jorge dijo: "Pude adelantar a Marc en una zona en la que sabía que era débil, la curva 8, donde se había caído." La pregunta: "Has visto alguna zona en la que Marc sea débil en este circuito?" Respuesta: "En el pit lane. O no, espera. Ahí seguro que también va rápido!" No fue la típica respuesta para hacer la gracia. Le salió sin pensar. Fue intuitiva, el tipo de concesión que se hace a alguien muy superior ante el cual sólo queda una defensa: reirse.

Mañana, a las dos de la tarde, frente al Mar Adriático sale Marc en pole, Jorge por el centro y Valentino tercero. Respiremos. Fijemos las miradas en la pantalla. Allá vamos. MotoGP.

llenazo en la sala de prensa. misano.

martes, 10 de septiembre de 2013

Cae otro US Open. 10 de septiembre.

Se tiró al suelo después del saludo con Nole en la red. Se desplomó en la pista. Quedó tendido allí mientras lloraba. Había ganado su segundo US Open Rafa Nadal. El último set, el cuarto, 6-1. Como un vendaval, con Djokovic aguantando como podía al otro lado de la pista. Se metía, golpeaba, la reventaba fuera del alcance de quien la persiguiera. "Nadie sabe lo que significa haber ganado este partido para mí."

Sabiendo que el partido iba a ser intenso, estaba la opción de empezar poco a poco para llegar a las zonas calientes del juego con la respiración acompasada. Pero decidieron comenzar a palos. desde el primer punto. Tiros durísimos, profundos, abriendo ángulos, palo y respuesta, palo y respuesta, palo y respuesta. Pam, pam, pam. 6-2 para Rafa.

Entonces comenzó la tormenta Djokovic. Echó un metro atrás a Rafa, sacudió duro, afiladísimo. Quien entiende el viento gana en Nueva York. Hubo un punto con 54 golpes, 54 misiles, 54 hostiazos. Ganó Djokovic ese punto y lo celebró como si hubiera ganado el partido. Brazos arriba, sonrisa. Ganó 6-3. Empate.

Rafa siempre dice que cuando el rival se pone en un nivel inalcanzable lo único que se puede hacer es esperar a que baje un poco, y entonces reaccionar. En el tercer set continuó la tormenta Djokovic. Reventaba la bola desde mitad de pista, Rafa con más dificultad a cada punto para jugar profundo. Se le quedaban cortos los golpes defensivos y Djokovic lo mataba. Se puso 1-3 Nole. Pero... la lluvia se hizo fina y el viento brisa. Tip tap tip tap. 6-4 Rafa. Le da la vuelta y gana. Lo celebra con rabia, casi arrodillado, cerrando el puño, mete su propio icono a ras de suelo. Grita.

Al cuarto set llegó Rafa lanzado y Djokovic con la mirada perdida. Nole luchando contra el recuerdo del set anterior, espantando esa remontada como quien ahuyenta una pesadilla en medio del día. Y cuando miró al marcador Rafa ya estaba 2-0 arriba, 3-0, 4-0... quién para eso?

La vez anterior, en 2010, Rafa ganó vestido de negro. Esta vez zapatillas negras, calcetines negros y una especie de gris antracita para la ropa. Una cosa rara. Le cambia el color pero no le cambia la cara a la bestia, que ya sólo celebra cuando gana. Se tiró al suelo después del saludo con Nole en la red. Se desplomó en la pista. Quedó tendido allí mientras lloraba.





lunes, 2 de septiembre de 2013

81 milésimas

Al acabar la carrera Jorge Lorenzo dijo: "Estudié dónde era débil Márquez y finalmente le adelanté en la curva donde se había caído."

Así es esto. Jorge había visto esa caída desde su box y anotó en su cabeza el número de la curva (8). Después de otra carrera rocosa, durísima, sin tregua, Jorge mete un flashback de cuatro horas hasta llegar a ese momento de la mañana, durante el warm up, cuando Marc perdió la moto en la entrada de la curva, una caída que le sacó el hombro izquierdo de su sitio y que mandó su moto como un misil tierra-tierra hasta la de Cal Crutchlow, que un minuto antes se había ido al suelo ahí. Ahora meto yo otro flashback para recordar que el día anterior el #35 se había caído dos veces, destrozando las dos motos, la primera de las caídas a 293km/h. El domingo por la mañana volvía a caer Crutchlow y llegó a la carrera absolutamente exhausto. Acabó séptimo. Se disculpó con la afición por su fin de semana decepcionante y lanzó un mensaje conmovedor de agradecimiento a los médicos y los marshals que "tantas vidas salvan con su trabajo".

Volvemos a lo de Jorge. Domingo 1 de septiembre, 14h40m. Tres vueltas para el final. Lidera la carrera. Salío como un tiro. Dice Angel Nieto que en la salida a veces la moto se te mueve y no va recta. A Jorge se le movió en dirección Marc Márquez. Ambos pilotos se tocaron con los codos en los primeros metros, con los depósitos de sus motos hasta arriba de combustible y todo el caballaje empujando como si su cometido fuera despegar. Aviones.

Sólo Marc siguió la estela de Jorge, que tiró como el demonio, una vez más, pero que no pudo sacar de su rueda al #93. 17 vueltas después (100km), el niño seguía pegado a la Yamaha. Entonces se desató la tormenta.

Marc adelanta a Jorge en Brooklands, la última frenada antes de meta. Clásico. de libro.

Completan una vuelta y en la última Jorge recibe la info que anotó por la mañana en el box y que había revisado durante 19 vueltas: Marc se cayó en la 8. Y ahí le mete la moto.

Se pone primero, le quedan dos recta, dos frenadas y la carrera será suya. Pero hay que pasar de nuevo por Brooklands. Y allí Marc vuelve a frenar mejor, le adelanta, se pone primero, inicia el viraje de 180 grados para ir a meta, abre la línea para reventar el gas y llevar su RC132V hasta la victoria, y en ese suspiro Jorge, que traza ese viraje con el compás Yamaha se mete por dentro y sale primero.

En la línea de meta les separan 81 milésimas. Gana Jorge. Dos roturas de clavícula después, dos operaciones después, en la última carrera de este tramo de tres seguidas, sin descanso. Pasa por línea de meta y lanza un corte de mangas al universo, se saluda con Marc, que le aplaude, entra en parque cerrado meneando la moto como quien empuja a un compañero de equipo en la celebración. Y dice: "Ha sido una de las mejores carreras de mi vida."

foto @GigiSoldano

foto @GigiSoldano