lunes, 11 de noviembre de 2013

Baby champion on board

En la camiseta de Campeón del Mundo le habían dibujado la señal de bebé a bordo y habían incorporado la palabra Campeón. Bebé Campeón a bordo. Escribe Emilio P. de Rozas que fue sugerencia de Marc. O sea, está agusto con lo de bebé, con ser el pequeño de la categoría. Está en la cima del mundo pero el niño quiere recalcar que es un niño, quiere poner ahí el acento. Cuando todo va muy rápido, cuando apenas hay tiempo para celebrar porque hoy mismo, ¡hoy! ya estaban rodando con la moto de 2014. Ayer la carrera para ser campeón del mundo y hoy vuelta al trabajo. Nakamoto le dijo que corriese con cabeza. Se lo dijo muy serio, cuenta Marc y anoche Marc le dijo a Nakamoto que daba libre a los mecánicos hasta las dos de la tarde de hoy, dijera lo que dijera el planing. Te acepto la orden, me concedes la fiesta. Es un niño y todo el mundo sabe que los niños negocian bien.

El día de la carrera revisé de nuevo el inicio del documental de Mark Neale The Fastest. La voz de Ewan McGregor dice: [...] dieciocho carreras con el mismo patrón; el jueves llegan, el viernes entrenan, el sábado clasifican y el domingo, a las dos de la tarde, corren. Corren y se caen. Y corren de nuevo. Y vuelven a caerse, a veces escupidos por esas máquinas de 160 kilos de peso y 250 caballos de potencia. Son los mejores pilotos sobre las motos más rápidas del mundo. El domingo hacía calor para ser Noviembre, y en el circuito había 104.441 espectadores. El aire era denso. Denso por la tensión. Jorge decidió a última hora no hablar con la tele. Marc dijo que estaba tranquilo. Luego confesó que era mentira. Y allá fueron. Jorge montó un lío tremendo en la salida, liderando cada paso por línea de meta y enzarzándose en adelantamientos, ataques y contrataques con Dani Pedrosa, esperando que Valentino o Crutchlow llegasen, que pudiera haber una batalla por el cuarto puesto con Márquez metido ahí. Pero Crutchlow se cayó y Valentino no llegó. Estuvo donde todo el año: a diez segundos. En una de esas Jorge sacó a Dani de la pista, Marc aprovechó y se puso primero. Volvió a la carga Jorge. Marc no entró al trapo, no ofreció resistencia al #99. Con Dani fue otra historía. Al #26 le dijo que pasara. Con la mano izquierda. Le dijo: pasa. Así gestionó la carrera Marc. Tercero y campeón del mundo.

Hoy me crucé con él en la entrada del Circuito Ricardo Tormo. Era la una y media de la tarde. Llegaba vestido con la ropa oficial del equipo y la mochila. Dentro ya estaba rodando Crutchlow con la Ducati, Redding con la Honda de Gresini, Pol Espargaró vestido con los colores de Tech3 y Jorge Lorenzo con el mono de piloto en el box, frente a sus dos motos. Así va todo de rápido. Sin un respiro para saborear nada. Ellos están ya en 2014. El campeón del mundo tiene 20 años. Le llamábamos niño y él dice: bebé a bordo. Bebé Campeón.








 

viernes, 8 de noviembre de 2013

Chasing rainbows

En medio de una de las batallas más feroces de los últimos tiempos por el título del mundo de MotoGP, con Marc volando en los dos primeros entrenamientos y Jorge tirando piedrecitas antes del ataque final (hoy ha sido un toquecito/saludo por detrás a Marc cuando se situaban para ensayar la salida después del FP1), en el hospitality de Yamaha se escucha esto: We've been years chasing rainbows. Hemos estado persiguiendo arcoiris durante años. Lo dice un señor entrado en los sesenta años, australiano, con un hilo de voz. Después de cada respuesta traga saliva. No se sabe si es final de frase y por tanto traga saliva o si la emoción le obliga a acabar el discurso con ese gesto. Le acaban de despedir del equipo. Se enteró por la prensa. Y a su lado está sentado el tipo que le echa: Valentino Rossi. Las preguntas son: ¿quién ha tomado la decisión de dejar a quién?, ¿por qué se hace público en medio de un Gran Premio y no cuando haya acabado el Mundial?, de estos catoce años juntos ¿cuáles han sido los mejores momentos?, ¿y cuál el peor?, ¿quién ha sido el mejor de tus pilotos: Gardner, Doohan o Rossi?, ¿crees que estás pagando el precio de haber dicho que sería un milagro que Valentino volviese a ganar?

Preguntas a saco a una pareja que acaba de romper tras catorce años. Un divorcio ante la prensa. Respuestas contundentes, mensajes directos. Frialdad y determinación en Rossi, que no varía el tono en ninguna de sus minuciosas explicaciones. Esto es lo que hay. Por parte de Burgess, respuestas respetuosas, radiografías verbales de tantas situaciones. Hechos. Facts. No recuerdo que ninguno de los dos diese las gracias al otro. Tal vez había una estrategia instintiva de bloquear todo lo emocional, de quedarse en los hechos, en lo que ha pasado, la decisión que se ha tomado y por qué ha podido pasar. We´ve been years chasing rainbows. Y para un predador no hay poesía, existe el podio y existe el triunfo; el arcoiris no se persigue. Los años de Ducati han acabado pasando factura. No ha habido caza, tengo hambre y quiero que sea otro ya quien me marque el camino. Ciao al viejo gurú. Ciao, Burgess.

Veníamos de un Jueves apretado y el Viernes van rompiendo ya varias situaciones. Mañana vuelven las motos. Hoy ya se ha visto a Burgess con la mirada fija en la moqueta, lejos ya física y oficialmente de Valentino; Y hemos escuchado a Marc decir: con esta moto hay que apretar siempre porque si te relajas no vale el set up, la suspensión, cambia el comportamiento de los neumáticos, la electrónica... así que el sábado estará en sábado. En la lucha por la pole. Y el domingo, en domingo. Después del warm up decidirá lo que hacer: ir como todo el año, o asegurar.

jueves, 7 de noviembre de 2013

¿Qué hará Jorge?

El último GP de la temporada ha arrancado con Marc diciendo que está preparado para "un fin de semana que puede ser el más importante de mi vida." Contrariamente a lo que había sucedido en los últimos Jorge no ha intentado meter presión desde la sala de prensa. Tímidamente ha vuelto a decir que el campeonato ha llegado vivo hasta aquí por el error del equipo de Marc en Australia. Pero cuando ha llegado el momento de la foto ha cogido los mandos y ha marcado la agenda icónica de esta carrera: se ha girado hacia Marc y le ha tendido la mano. Sonrisas. Ráfagas de fotos.

La carrera queda todavía muy lejos. El jueves es casi sólo un día para saludos y actos protocolarios. Honda presenta su moto carreras cliente, Valentino se hace la foto que oficializa el acuerdo con Aspar  casi al tiempo que anuncia en sala de prensa que no seguirá con Burgess, 14 años después. Valentino: "Necesito un extra de motivación para ser competitivo el año que viene." En los boxes montan las motos. En el Power Electronics hacen una completamente nueva para Aleix Espargaró, que reventó la ART en Motegi y salvó la vida de milagro después de quedarse sin frenos en la bajada de la recta larga.

Pero la carrera tiene claves que llaman a la puerta ya desde el jueves: ¿qué hara Jorge?, ¿intentar ganar y esperar?, ¿forzar un error de Marc?. El piloto dice que no puede hacer nada más que intentar ganar, pero en el ambiente flota la posibilidad de una estrategia diferente para ir a por el Mundial. Veremos.





miércoles, 6 de noviembre de 2013

La Felicidad

Punset dice que la felicidad está en la antesala de la felicidad. En los preparativos; en lo que imaginas que será; en la mente haciendo el viaje por el tiempo antes de que el tiempo mismo situé la realidad en el presente.

La felicidad, entonces, puede estar en una foto de dos placas metálicas grabadas. Hasta el domingo a las tres de la tarde están vivas. Contienen un sueño, marcan el nombre. Esperan. Latidos estables. Fuerza, determinación y talento. Metal. Y los días pasan. La felicidad puede estar en la imagen de una moto saliendo de la caja. La bestia. Hay que tener cuidado con la felicidad. Las horas hasta la carrera se están haciendo eternas.

Pensemos en Jorge y pensemos en Marc. Pensemos qué le diremos a los niños cuando uno de los dos salga campeón el Domingo. La historia de Jorge 2013 es la defensa de un título llevada al límite físico y mental. Un deportista de una fortaleza descomunal. Como flashes está la foto a las 11 de la noche del sábado de Assen haciendo push ups con la clavícula recién operada para ensayar el examen médico del día siguiente; está el tuit del miércoles por la mañana diciendo: almost ready for Laguna Seca; y está cada vez que se encogió de hombros en el parque cerrado porque su M1 no resistió la caza de las Hondas. Si Jorge es campeón por tercera vez habrá que decirle a los chavales que la determinación es Jorge Lorenzo.

Si gana Marc la palabra será "atrévete". Atrévete a hacer lo que sientes; atrévete a derrapar con la RC213V, atrévete a ganar carreras con los tipos grandes, atrévete a batir los récords, atrévete a salir el primero. Como flashes está la sonrisa comiéndose la pantalla de televisión; la cámara de seguridad del circuito testigo de cómo se tiró de la moto en Mugello para no chocar contra el muro; el puñetazo en el box tras la bandera negra. Si Marc es campeón el domingo habrá imantado para siempre la mirada de miles de chavales. Yo sé, yo puedo, yo me atrevo.

Hace poco, en Informe Robinson vi el reportaje de un potro de carreras en el que estaban depositadas grandes esperanzas. El dueño decía que era un caballo divertido, y al final del reportaje define ese concepto: "divertido es todo lo que nos ha hecho soñar."

Quedan apenas cuatro días para la carrera. Miremos lo que sucede cada hora porque la felicidad no siempre espera.

via @motocuatro

via @motogp



domingo, 3 de noviembre de 2013

La primavera


Esta madrugada vuelve a jugar Ricky Rubio. Le vi el otro día vs Oklahoma. Creí que era un directo porque eran cerca de las 12 de la noche y en la pantalla ponía un LIVE así de gordo, pero resulta que no, que era diferido. Para cuando quise darme cuenta RR ya había dado dos asistencias, una de ellas en contragolpe, picando el balón hacia atrás, y había anotado otras tantas veces, la última un triple. Puso el gesto de “no está mal...” y caí en la cuenta de que tiene ya la barba perfectamente recortada, en armonía con el pelo, acomodada al look del equipo, el de Kevin Love, Pekovic, Barea... Un poco Kings of Leon. Buena señal.

Arbilla llorando en el banquillo del Rayo Vallecano. Estaba el partido en un 0-3 contundente del Real Madrid, antes del vendaval. Fue sustituido y se echó por encima el abrigo del equipo para taparse la cara pero aquello era incontenible. La llorera del lateral de un equipo humilde que le planta la defensa arriba al Madrid y deja autopistas a la espalda, terreno fácil para un tridente voraz: Bale, Benzemá, Cristiano. ¿Cómo luchar contra eso?, ¿cómo mantenerse entero después de esa carnicería: tres contras tres goles? Arbilla lloraba y se sucedieron los penaltis, dos en dos minutos y el Rayo se puso 2-3 pero aquel llanto no se podía parar. El juego de su equipo le sacó las cámaras de encima, porque era una historia... pero de repente había que atender al baile rayista.

Diego Costa, Villa. Noviembre. Los dos delanteros enrachados. Yo creo que Villa llegará mejor a la primavera que Costa, pero sólo es una intuición a partir de haber visto muchos (¿?) delanteros enrachados en Noviembre. Igual que el navegador busca la ruta hacia el destino siguiendo datos históricos, es decir: por dónde fuiste otras veces. En realidad no sé qué pasará con Costa. Después de toda la parafernalia burocrática que le obligó a firmar un papel definiendo la portería sobre la que quiere chutar, Costa tiene dos caminos: desinflarse después de la firma, languidecer como quien pierde la mirada salvaje tras firmar matrimonio en el juzgado; o seguir creciendo, seguir engrandeciendo el número que defiende, el de delantero centro. No sé qué ocurrirá con Costa, pero sí con Villa. Esto es pretencioso pero es así. Hace tiempo vi un reportaje grabado en Tuilla en el que un familiar contaba que Villa, cuando era un chaval iba todos los días al colegio jugando con el balón, y que a veces se le olvidaban los libros pero el balón no. A Villa le veo ahora la cara del chaval con el balón debajo del brazo en el patio del colegio. Sin libros y con balón, como si sólo existiese la primavera y la lista para Brasil. Leí hoy a @LuisValenciano a raíz del gol de Villa vs Ath.Bilbao lo importante que es sentirse querido, la seguridad que eso da. Esa es la primera capa de la lasagna, y Villa la tiene extendidita y perfecta de cocción, sabiendo que no se quemará en el horno. Villa y su primavera es una película. Hay otra: a su lado juega Costa, y si Costa aprieta, si sigue la progresión, si quiere lo que firmó, Villa crecerá en esa ola y Del Bosque se encontrará con una dupla atacante demoledora: Diego Costa – David Villa. Y entonces veremos el gol en cada salida por el túnel de vestuarios.