domingo, 25 de septiembre de 2016

Sin las gafas de sol

El chico que dijo el jueves que ya no le importaba no ganar carreras ganó. Fue un farol invertido. Una mentira que quedó clara en cada sesión de entrenamiento del fin de semana. El Domingo, a las dos de la tarde, soltó el embrague y abrió gas poseído por una necesidad que él mismo se había creado: buscar la primera posición en la primera curva y largarse.  Pero allí se encontró con un maestro de las salidas: Jorge Lorenzo, y con Maverick Viñales, cada día con el filo del cuchillo más pulido.

El caso es que con el farol desenmascarado Márquez ni siquiera tomó la precaución de los jugadores de partidas largas y se presentó en la parrilla de salida sin gafas de sol. Ahí  se le vió claramente afilar la mirada hacia adelante, como buscando ya esa primera curva. Pero al encontrarse allí con Jorge y Maverick, entró en batalla. A brazadas, como podía, quiso quitárselos de en medio y nos dejaron unas primeras vueltas memorables de ataques y contrataques.

Ya liderando la carrera, Marc salvó una de las suyas, y en lo que se recomponía encima de la moto vió cómo le pasaban cuatro. Tardó poco en devolverles a las posiciones anteriores. Ganó. Tiene 52 puntos sobre Valentino y quedan cuatro carreras. Tiene el título en la mano, salvo que este deporte le tenga guardado algo...

domingo, 11 de septiembre de 2016

Como una aparición

Como quien ve un espejismo apareció el 26. Había que buscar en el cerebro, porque la primera línea de nombres era Marc, Jorge, Vale... y se estaban haciendo hueco Andrea, Cal, Maverick. Pero vaya, ahí estaba: Dani. Sí, Dani Pedrosa, el 26, pilotando con aire y swing y sobre todo: más veloz que el resto. Tener o no tener la velocidad. 12 carreras después encontró la manera de que su moto se agarrara a la pista. Y voló: adelantó siempre con decisión y contundencia. Salió octavo, acabó primero. Dani Pedrosa. Ole. Octavo ganador diferente de las últimas ocho carreras. Faltaba él y apareció.

Por detrás hay que ir a la rueda de prensa, con los dos pilotos de Yamaha enfrentados en los micrófonos. Que si fue agresivo Rossi, que no, que sí, que me respetes, que no. Venga. Y Dani en medio. Ya le ocurrió en Sepang. Ganó él la carrera pero se habló de la patada de Rossi.

Y más atrás Márquez. Cuarto otra vez. Se empieza a bajar la persiana de la ventaja sobre el segundo en la general. Tenía más de dos carreras de margen y ahora Rossi está a 43 puntos. Aparentemente se le atraganta acertar con la decisión del neumático. Pero eso es sólo la apariencia. Lo que pasa de verdad sólo lo sabe él y Nakamoto.

Vamos como el río, hacia abajo, a la desembocadura. Quedan cinco carreras. MotoGP

lunes, 5 de septiembre de 2016

La cabeza se nos fue a Phillip Island y a Malasia

Las motos salieron por los aires y se desintegraban en cada golpe con el suelo. Los pilotos, despedidos en el choque (270km/h?), habían resbalado por la hierba incapaces de frenar y se encontraron de nuevo en el asfalto. La destreza de sus compañeros evitó un atropello múltiple. En la camilla vimos que Pol Espargaró se movía. Loris Baz tardó algo más pero acabó por levantar la mano para indicar que estaba consciente. Pasados los minutos las informaciones decían que ambos pilotos estaban bromeando en la Clínica Mobile. Bandera roja y restart. Así comenzó Silverstone 2016.

En la reanudación Maverick Viñales volvió a salir como un tiro, puso distancia con el resto y no le vimos más hasta la bandera de cuadros. No está mal para su primera victoria en MotoGP.

Por detrás, cinco pilotos desataron ataques en cada frenada, en cada aceleración, tragándose los meneos de sus motos en cada bache que pisaban a 200 kilómetros por hora. Hubo 31 adelantamientos. La cabeza se nos fue hasta Phillip Island 2015. Iannone, fortísimo, cayó cuando rodaba segundo a poco del final. En plena inclinación tocó un bache con la rueda delantera y no pudo sujetar la moto. Ciao. Se metieron en pelea dura Rossi, Crutchlow y Márquez. El #93, que lidera el Mundial según el plan de Nakamoto (gana si puedes, prohibidos los ceros), metió una variable que ya habíamos olvidado. Montó al niño en la Honda. Protagonizó dos secuencias de adelantamientos y contra-adelantamientos escalofriantes. Una con Crutchlow y otra con Rossi. La cabeza se nos fue a Malasia 2015. Los dos duelos los perdió, en ambos se fue por las escapatorias para volver a pista y seguir intentándolo. Se nos había olvidado quién era El Niño y lo que trajo a MotoGP. Batalla en cada frenada, batalla en cada centímetro de asfalto... sea cual sea el resultado.

En la televisión algunos de esos adelantamientos los vimos desde la cámara onboard de Rossi. Una cámara que gira 360 grados y que se activa por control remoto, lo cual supone que para que haga el giro a tiempo hay mandar la órden antes de que suceda la acción. Y que el realizador se la juegue a "pinchar" esa señal. Fue una maravilla estar en la moto de Rossi en esas batallas. Algunas de las secuencias fueron sublimes. El realizador jefe, el que "pincha" eso, se llama Sergi Sendra. Los que seguís MotoGP de toda la vida seguro que ya le conocéis. Enhorabuena a él y su equipo. Puesta en escena a la altura de lo que sucede en la pista.