Aquí, en este desierto feo, resuena la ovación a Abidal y veo la foto de Piqué abrazándole y me imagino lo que pasa. Y esto no es deporte pero leo que murió Bigas Luna y el impacto en los amigos y me imagino cómo va el día.
Aquí hubo un momento mágico bajo los focos: la pole de Pol Espargaró. Salió y se cayó en la segunda vuelta en la curva 2. Entró en el box, sacó la arena de los guantes, le limpiaron el casco, repararon la moto y al salir a pista quiso recuperarlo todo de golpe; hubo momentos de precipitación, hubo reproches, le molestaba todo. Una nueva pausa y cuando todo terminaba, con la bandera a cuadritos en la pantalla y ningún dato relevante en el ordenador... zas. Todo a rojo. El mejor tiempo. Pol Espargaró. "El golpe me dejó mareado. No sé ni cómo lo he conseguido."
Luego llegó su hermano, con el casco rosa, pink is the colour, y se metió en la Q2. Pero eso es otra historia. Ahí se puso en verde el semáforo y el primero que estaba allí era el campeón del mundo. Salió y marcó el mejor crono. Y cuando bailaban los cascos rojos en el ordenador y todos querían estar en la primera posición, el que mantuvo el sitio fue el 99. Pam, pam, pam, pole.
Márquez, el chico rápido, se encontró con la puerta cerrada y casi le pega en las narices. Pedrosa dijo que a rueda suya no se pone nadie y el 93 casi se lo come. Luego Dani hizo tercero, primera línea, justo lo que quería. La maniobra empareja un primer duelo arriba entre Dani y Jorge; y justo detrás Márquez vs Rossi. Y Dovicioso con la Ducati en medio. Y el 35 segundo. Mete mucha caña Crutchlow; debería dejarse el bigote que luce su padre.
Y la pista, sucia. A ver.
Muy bueno. Me gusta lo que escribes. Seguire leyendo tu blog. Gracias.
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