domingo, 11 de agosto de 2019

El brillo de Spielberg

Spielberg otra vez. MotoGP sirve una señal de alta definición que parece en realidad 4K. Austria es ese tipo de paisaje. Élite. Comparecieron 22 pilotos pero pronto se supo que el duelo volvería a ser el de una Ducati contra Márquez. Una vez más. Marc vs Dovi. El resto de batallas parecieron menores. Aunque hay que señalar con fluorescente al novato Quartararo, que hizo podio, por delante (huelga decirlo) de las Yamaha oficiales.

El duelo. Contra las previsones de todos los expertos, Dovi enganchó su Ducati a la estela de Márquez, que reconoció haberse equivocado con el neumático trasero. Sin grip, a falta de ocho vueltas, decidió jugar sus cartas al contragolpe. Dejó pasar a Dovi y en plena recta clavó varios segundos la mirada sobre la máquina roja. Qué quería decir aquello?

A dos vueltas para el final Márquez lanzó todo lo que tenía. Una master class de adelantamientos, cuerpeo, frenada y aceleración que iba a llevarle a la victoria. Contado por Dovi fue así: "vi todo perdido porque no tenía más pero he aprendido que a veces la locura trae buenos resultados y decidí meter la moto en la última curva. Esperaba una reacción de Marc, sí, pero..." Marc: "...pero sin grip en el neumático trasero no pude contratacar, y además se me quedó enganchado el protector de freno en la moto de Dovi, creí que me iba al suelo, pero por suerte la pieza se rompió y pude mantenerme."

Revisé el adelantamiento y, efectivamente, en una toma trasera se ve un proyectil negro levantarse en vertical hacia el cielo. La pieza.

Hicieron el discurso de Dovi-Gran-Ganador-Todo-Un-Señor, y Marc-Estoy-Contento-Porque-Soy-El-Lider-Del-Mundial. Incluso comentaron juntos para MotoGP.com el desenlace de la carrera mientras veían juntos el video. Pero no me los creo. A Dovi tal vez, porque siempre tuvo esa pose zen; pero a Marc... sorbiendo por esa pajita mientras sonreía en el parque cerrado, no. Apuesto a que ya sabe la fecha de Austria 2020.