viernes, 2 de julio de 2021

La incertidumbre y el desapego

 Durante el himno me fijé en que Jordi Alba ya tiene canas. Y que Busquets tiene cara de depósito vacío. Lo que pasa es que ese cuerpo de maratoniano le permite jugar 90 minutos y prórroga. Es difícil aguantar el gesto ante esa cámara que te pasa tan cerca de la cara. A Luis Enrique se le veía metido en su laberinto. ¿Qué quiere Luis Enrique? Yo no puedo comprender la zona de atrás de este equipo. Esos pases con Unai Simón, tan lentos, tan hacia atrás, llamando a la presión del contrario. Esa defensa que no da una sóla patada al balón para mandarlo fuera del estadio. El gol de los suizos llegó por eso. Por intentar quedarse siempre con el balón. No tiene una sola concesión en las situaciones de emergencia. Tal vez crean que no existen las emergencias en el partido. Quieren la bola y la quieren sacar jugándo dócilmente. 

El partido, tan espeso, nos devolvió la incertidumbre y el desapego con el equipo. Atrás, no hay un solo despeje contundente, y arriba, un solo disparo violento ante la portería rival. Y sin embargo, están en semifinales. Estamos. Es difícil emplear la primera persona en plural cuando no te llegan al corazón cosas básicas. Sólo entiendo a Unai Simón en este equipo. Portero grandullón, fuerte, intimidador, de paradones, con ese lance de mandíbula de cristal ante Croacia que le identifica con el equipo y le hace crecer personalmente.

Las semifinales serán ante Italia. Supongo que Luis Enrique verá estos días publicada de nuevo la foto con Tassotti del 94. Aunque tal vez esté puesta en la pizarra de Wembley el martes.