martes, 12 de junio de 2012

#HIS7ORY


Uno necesitaría que el avión alargase el trayecto y concediese unas horas más de viaje, ajeno a las cuchilladas, tan por encima de las nubes. Con Amy Winehouse cantando Between the Cheats. Au revoir Paris. Au revoir a las lágrimas en la pista central mientras veía a Novak Djokovic en la silla con la mirada perdida. Me dieron ganas de ir a decirle: bien jugado, no pasa nada. Pero eso igual se lo había dicho ya Rafa. 

En aquella doble falta, a las dos de la tarde, cayó de rodillas en la tierra de París y se acurrucó para llorar. Pero luego, al ponerse de pie, le entraron las ganas de levantar los brazos al cielo... y qué hizo? Esperar. Ir a la red. Saludar a Djokovic. Saludar al juez. Y una vez hechos los deberes, después de limpiar los zapatos y acabar con las tareas, el niño mandó todo a tomar por culo y lanzó contra el suelo su raqueta. En Nueva York, después de ganar el US Open y conseguir el Grand Slam, saludó y fue a ordenar sus raquetas en la bolsa antes de levantar los brazos. Esta vez no. El once de junio de dos mil doce, no. Tiró la puta raqueta con violencia, levantó los brazos en el centro de la pista y se fue como una flecha al fondo. De un salto, con un solo impulso, se elevó por encima de la pared de dos metros y fue a abrazarse en lágrimas con su gente. 

Rafael Nadal. #HIS7ORY. Siete. Uno más que Borg. Uno más que el resto. Uno más que el que más había conseguido desde que alguien decidió medirse en la tarea de golpear una pelota por encima de una red sin que la bola saliese de unos límites. Esas cosas de los humanos con el supermercado cerca. Una tarea obsesiva, que te pega a las líneas, a los ángulos, al viento, al sol en la cara, al calor y a todo lo que te estorba para que entre esa bola peluda.

Vi a John McEnroe delante de mi, con el retorno de la NBC puesto. El tipo que me hizo coger una raqueta para ver si yo también acertaba a darle. Tenía su micro en la mano para entrevistar a Rafa, que llegaba con la Copa abrazada. Bajaba de escuchar el himno aguantándose las lágrimas. Habló con McEnroe. Y luego conmigo. La vida te pone ahí a veces, en la arcilla de París con el mejor jugador de la historia delante para que le preguntes cosas. Tres cosas. Tres preguntas. Sólo tres. Con el trofeo en la mano, sudando aún. Le dije: has llorado? Me contestó: estoy llorando todavía.













Luego toqué la tierra con la mano. Húmeda. Pastosa. Compacta. La tierra de París. Veinte minutos antes habían estado a punto de volver a parar el partido porque jarreaba. Sucedió que paró la lluvia y Nole y Rafa, después de cambiar dos frases dijeron: dale, con dos cojones, a jugar, y que sea lo que dios quiera

En el último juego salió el sol. En la retrasmisión dije: sale para ver ganar a Rafa, el Rey Sol. Y en el penúltimo punto, después de un winner de Rafa se me ocurrió mezclar lo del Rey Sol y el Estado soy yo y su puta madre y pensé que Rafa podía gritar el I am the greatest de Muhammad Ali transformado en el tenis soy yo. Manolo Santana me miró y sonrió. Luego llegó la doble falta. Y quedó atrás lo del día anterior, el arranque con 3-0; el raquetazo de Djokovic a su silla para abrir un boquete justo donde ponía Perrier; la lluvia; la vuelta; el 8-0 en contra; el cabreo de Rafa porque aquello no lo paraban, todo el tercer set con lluvia. Atrás quedó la noche. Y llegó la una de la tarde y era lunes. Y pasó una hora. Y estábamos en París. Con la séptima Copa de los Mosqueteros. Y estábamos McEnroe y yo. La llamada de la directora de no sé que ministro, el tartare de boeuf, las cervezas, la Torre Eiffel, y este avión que se empeña en aterrizar ya y me obligan a apagar todo.



6 comentarios:

  1. Increíble una vez más Nico. Has tenido muchas criticas ssí, pero también mucha gente que te apoya porque desde el primer día miraba twitter para que me informaras de cómo iba todo con ese #InRafaWeTrust. Porque somos muchos como tú, los que no podemos estarnos quietos cuando rafa golpea de esa forma sobrehumana la pelota, o nos queddan uñas, ni gente alrededor a la que poner nerviosa y contagiar nuestro entusiamo, por eso te puedo decir muy alto que GRACIAS MUCHAS GRACIAS por la retransmisión que has hecho.
    Eres grande, muy grande.

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  2. Magnífico blog el que haces. Lo leo siempre y me encanta. Eres grande Nico!

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  3. Javier Enriquez aragon12 de junio de 2012, 2:12

    Gracias Nico, me encantas como periodista y bloggero, pero ahora tambien te situo en el primer puesto de retransmitidores ¿? de partidos de tennis.Gracias por transmitir emoción a traves de la tv y aquí, por un momento parecía que estaba yo esperando detras de Mcenroe para entrevistar a Nadal.Ni caso a los criticos, ni si quiera pueden denominarse así.Excelente trabajo si señor.

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  4. Nico, estas consiguiendo algo que no está al alcance de casi ningún periodista deportivo, crear un estilo. usas una forma distinta de narrar, creando detractores y fans a un ritmo equivalente pero en constante aumento. Sigue así, que me recuerdas a Andrés Montes en ese aspecto, mostrando toda la energía que llevas dentro y contagiando la ilusión.
    Lo dicho, continua así por que lo estás haciendo muy bien.

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  5. el mejor comentarista es tomas carbonell, durante la final de rg 2012 y todo el torneo los comentarios fueron planos y sin aportar nada nuevo. si alguien no domina la materia, no deberia hablar sin saber.

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gracias por leer. comenta lo que quieras. intenta no insultar, es desagradable.