Como el Jueves, el Sábado.
Primero habla Jorge Lorenzo con pole y record. 1'55.238. Entonces "sabía que si apuraba un poco más en todo podía bajar ese tiempo y arriesgué porque sabía que Marc iba a apretar." 1'54.989, más de medio segundo por debajo del record de Crutchow de 2013. Ese es Jorge. Mañana, desde la pole, intentará irse; aunque tiene un problema: que se repita la película de Indianapolis.
Contesta Marc: 1'55.063. "Sabía que bajar el tiempo de Jorge iba a ser muy difícil. Luego corté, pero me pasó Valentino y le seguí para comprobar si los problemas de agarre los tenemos donde yo pensaba; y sí, eran ahí."
El Sábado aparece Valentino. Suele hacerlo los Domingos, pero esta vez ha adelantado la cita para asegurarse la primera línea. "He usado una estrategia un poco arriesgada, porque sólo tenía la oportunidad de un ataque al tiempo pero ha salido bien (se ha quedado a 0.3 de Jorge, nada en un circuito de 5km). Mañana en carrera espero que lleguemos los tres al final, porque si se escapa alguno seguro que no seré yo!" Se ríe y se va. Valentino Rossi. Ojo con él, dice el paddock al unísono tras ver su Sábado. Luego, en la sala de prensa, en atención a los medios italianos, le preguntan en qué circuitos cree él que tiene posibilidad de victoria. La respuesta es contundente y subraya el momento hiperevolucionado en el que se encuentra esta competición: "No te lo puedo contestar, porque cada circuito es diferente y todos vamos cambiando. Los circuitos, la temperatura, los neumáticos, tu estado físico. En realidad, hasta que no llegas a la primera curva el Domingo a las dos de la tarde no sabes cómo estás."
Comienza la segunda parte del Mundial, la gran bajada hasta Valencia. El gran descenso. Y la primera línea de Brno define las intenciones. Dice el periodista británico David Emmett: ladies and gentlemen, we have a race on our hands tomorrow.
Nota mental: ojo Ducati con Iannone y ojo Maverick Viñales. Sale séptimo. Va bien. Y es bueno.
Primero habla Jorge Lorenzo con pole y record. 1'55.238. Entonces "sabía que si apuraba un poco más en todo podía bajar ese tiempo y arriesgué porque sabía que Marc iba a apretar." 1'54.989, más de medio segundo por debajo del record de Crutchow de 2013. Ese es Jorge. Mañana, desde la pole, intentará irse; aunque tiene un problema: que se repita la película de Indianapolis.
Contesta Marc: 1'55.063. "Sabía que bajar el tiempo de Jorge iba a ser muy difícil. Luego corté, pero me pasó Valentino y le seguí para comprobar si los problemas de agarre los tenemos donde yo pensaba; y sí, eran ahí."
El Sábado aparece Valentino. Suele hacerlo los Domingos, pero esta vez ha adelantado la cita para asegurarse la primera línea. "He usado una estrategia un poco arriesgada, porque sólo tenía la oportunidad de un ataque al tiempo pero ha salido bien (se ha quedado a 0.3 de Jorge, nada en un circuito de 5km). Mañana en carrera espero que lleguemos los tres al final, porque si se escapa alguno seguro que no seré yo!" Se ríe y se va. Valentino Rossi. Ojo con él, dice el paddock al unísono tras ver su Sábado. Luego, en la sala de prensa, en atención a los medios italianos, le preguntan en qué circuitos cree él que tiene posibilidad de victoria. La respuesta es contundente y subraya el momento hiperevolucionado en el que se encuentra esta competición: "No te lo puedo contestar, porque cada circuito es diferente y todos vamos cambiando. Los circuitos, la temperatura, los neumáticos, tu estado físico. En realidad, hasta que no llegas a la primera curva el Domingo a las dos de la tarde no sabes cómo estás."
Comienza la segunda parte del Mundial, la gran bajada hasta Valencia. El gran descenso. Y la primera línea de Brno define las intenciones. Dice el periodista británico David Emmett: ladies and gentlemen, we have a race on our hands tomorrow.
Nota mental: ojo Ducati con Iannone y ojo Maverick Viñales. Sale séptimo. Va bien. Y es bueno.
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