viernes, 7 de junio de 2013

#unst8ppable

Lo primero que hay que decir es que estuvo siete meses con actividad cero, que retrasó su vuelta a la competición y que buscó la temporada de tierra como la única posibilidad de volver con algo a favor. La tierra batida. El polvo de ladrillo. La arcilla. Y la gran duda entonces era: cómo estará para Roland Garros el tipo que lo ganó 7 veces?

Hoy acaba de ganar su semifinal ante Djokovic pasadas la 4 horas y media de juego (4h37m). Casi cinco horas ante un rival al que se enfrentaba por trigesimoquinta vez, igualando las 35 de Connors vs McEnroe y Connors vs Lendl. Más números y números para la historia de este deporte. No fue el Nadal Djokovic de la final de Australia porque creo que Nole está harto de Rafa. Está harto de que el espejo acabe siendo mejor que él. Está harto de saber que sus 7 finales ganadas en 2011 a Rafa van a ser un asterisco en sus enfrentamientos. Nole se fue en el tercer set. Evitó un 6-0 en el último suspiro y esperaremos explicaciones para ver si fue un bajón físico, psíquico o qué demonis pasó ahí. Sin embargo la otra constante de estos encuentros se mantuvo: Rafa está. Rafa siempre está. Esa es su máxima. Estar. En esas cuatro horas y media largas marcó el mínimo común múltiplo de nivel de juego y Djokovic fue posicionándose alrededor de ese baremo. Por debajo, Nadal dominaba fácil. Por encima, temblaba la tierra. Se escuchaban esos garrotazos secos de Nole, de arriba hacia abajo, como misiles. Sin embargo el gesto del serbio siempre ha sido gris. No tenía esa sonrisa burlona, ese humor, esa diversión implícita en un tío con tantísimo talento, número uno del mundo. Es difícil sonreir y bailar delante de una roca, de un muro como Nadal.

Ha habido intercambios duros y memorables, ha habido dejadas deliciosas, carreras buscando la vida, ha habido lo que siempre ofrece Rafa, la intención de jugar una bola más, un golpe más, estar para sobrevivir y golpear para ganar.

Ver jugar a Rafa es una maravilla. El año pasado, al ganar por séptima vez el toreno después de todos los palos que Nole le pegó, subió hasta su box y se echó a llorar en brazos de su tío, su padre, su manager... Hoy le estalló la sonrisa más grande que jamás se le vió. Welcome back, Rafa. Gracias por tantas horas de esfuerzo y competición. #Unst8ppable.

1 comentario:

  1. Lo de Rafa no es normal...increíble su tenis y su físico, pero sobretodo su fuerza mental!!...podremos decir: "yo vi jugar a Rafa"

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