martes, 10 de septiembre de 2013

Cae otro US Open. 10 de septiembre.

Se tiró al suelo después del saludo con Nole en la red. Se desplomó en la pista. Quedó tendido allí mientras lloraba. Había ganado su segundo US Open Rafa Nadal. El último set, el cuarto, 6-1. Como un vendaval, con Djokovic aguantando como podía al otro lado de la pista. Se metía, golpeaba, la reventaba fuera del alcance de quien la persiguiera. "Nadie sabe lo que significa haber ganado este partido para mí."

Sabiendo que el partido iba a ser intenso, estaba la opción de empezar poco a poco para llegar a las zonas calientes del juego con la respiración acompasada. Pero decidieron comenzar a palos. desde el primer punto. Tiros durísimos, profundos, abriendo ángulos, palo y respuesta, palo y respuesta, palo y respuesta. Pam, pam, pam. 6-2 para Rafa.

Entonces comenzó la tormenta Djokovic. Echó un metro atrás a Rafa, sacudió duro, afiladísimo. Quien entiende el viento gana en Nueva York. Hubo un punto con 54 golpes, 54 misiles, 54 hostiazos. Ganó Djokovic ese punto y lo celebró como si hubiera ganado el partido. Brazos arriba, sonrisa. Ganó 6-3. Empate.

Rafa siempre dice que cuando el rival se pone en un nivel inalcanzable lo único que se puede hacer es esperar a que baje un poco, y entonces reaccionar. En el tercer set continuó la tormenta Djokovic. Reventaba la bola desde mitad de pista, Rafa con más dificultad a cada punto para jugar profundo. Se le quedaban cortos los golpes defensivos y Djokovic lo mataba. Se puso 1-3 Nole. Pero... la lluvia se hizo fina y el viento brisa. Tip tap tip tap. 6-4 Rafa. Le da la vuelta y gana. Lo celebra con rabia, casi arrodillado, cerrando el puño, mete su propio icono a ras de suelo. Grita.

Al cuarto set llegó Rafa lanzado y Djokovic con la mirada perdida. Nole luchando contra el recuerdo del set anterior, espantando esa remontada como quien ahuyenta una pesadilla en medio del día. Y cuando miró al marcador Rafa ya estaba 2-0 arriba, 3-0, 4-0... quién para eso?

La vez anterior, en 2010, Rafa ganó vestido de negro. Esta vez zapatillas negras, calcetines negros y una especie de gris antracita para la ropa. Una cosa rara. Le cambia el color pero no le cambia la cara a la bestia, que ya sólo celebra cuando gana. Se tiró al suelo después del saludo con Nole en la red. Se desplomó en la pista. Quedó tendido allí mientras lloraba.





2 comentarios:

  1. Gran resumen del partido, un leve fallo, "el break de los 54 palos" fue la primera vez que rompía a Rafa en el segundo set, no en el primer set, ahí fue cuando empezó el vendaval Djokovic.
    Un saludo y enhorabuena por el blog ;)

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